LA PULSOLOGÍA

 

Según Danis Bois la Fasciaterapia tiene que estar al servicio de la Pulsología y no la Pulsología al servicio de la Fasciaterapia!

 

La sangre, líquido vital por excelencia, tiene una responsabilidad mayor en la aparición de la patología como en su resolución. La acción sobre la sangre no es solamente mecánica, tiene también un impacto general, sobre todo en los fenómenos de estrés donde el papel del sistema neuro-vascular es fundamental. La Pulsología se encarga de la patología a su origen: donde no va la sangre es donde empieza la enfermedad!

La sangre es portador en sí de una vitalidad vascular específica, su relación con el movimiento interno desencadena efectos espectaculares, sobre todo en la fátiga, en la regeneración celular y del tejido. Así los 2 van a tener una acción sobre el sistema inmune.

 

Existen 3 formas de tratamiento:

  • La pulsología directa: Acción directa sobre la arteria.
  • La pulsología indirecta: Liberación de las zonas criticas, donde las arterias pueden estar encerradas, comprimidas.
  • La pulsología sutíl: acción sobre la micro-circulación.

 

Un pulso normal es un pulso:

  • Amplío, flexible
  • Generoso
  • Difundante

Criterios de re-armonización de los pulsos en relación a diferentes arterias acopladas:

  • Sincrónicos y equilibrados
  • Unidad de pulsos

 

La presión ejercidas en una arteria tiene que ser lenta, suave, progresiva y uniforme. Hay una primera fase, de presión (no más de 7 segundos) y después una fase de relajación y de absorpción.